El Tiempo del Paciente ¡También Vale!

Recuerdo una experiencia vivida hace algunos años atrás cuando tuve la necesidad de asistir a una consulta médica con un especialista, creo que nunca había pasado tanto tiempo en una sala de espera como esa vez, aún tengo vagos recuerdos de los diferentes documentales que tuve la oportunidad de ver en la televisión mientras esperaba ser atendido. Tomando en cuenta el tráfico de ida y regreso, ese día había apartado un par de horas para poder asistir a esa consulta, la cual, por el asunto a tratar, había calculado que no sería mayor a 20 minutos.

Transcurrían las 8:00 a.m. -hora a la que había reservado la cita para poder realizar las demás actividades que tenía para ese día- cuando la recepcionista amablemente me invitó a sentarme porque ya no tardaba en llegar el especialista para atenderme. Comenzaron a transcurrir los minutos e iba observando como la sala de espera comenzaba a llenarse con cada uno de los pacientes que iban llegando según la hora que habían reservado. Mientras todo esto sucedía, varias veces tuve la intención de pararme y salirme, cancelar la cita y buscar otro especialista, el problema en esa época era que no había otro, además que esa cita la había reservado con dos meses de anticipación.

En ese momento no me quedó otra opción de esperar a ser atendido, que por cierto fue a las 12:30 del medio día y -como estaba atrasado y con muchos pacientes en cola- la cita no duró más de 5 minutos. No olvido ese manojo de sentimientos negativos que experimenté ese día, porque alguien a quién le estaba pagando por un servicio, no tuvo consideración de ese recurso tan valioso que estaba perdiendo, para él mi tiempo no valía, nunca tomó en cuenta lo que dejamos de hacer o lo que pudimos haber perdido todos los pacientes que esa mañana asistimos puntuales a su consulta y nos vimos en la necesidad de ajustarnos al tiempo de él -es necesario aclarar que este profesional no era un médico que trabajara en un hospital o que tuvo una cirugía de emergencia- no, él simplemente no llegó temprano porque no quiso.

Estimado profesional de la salud visual que lees esta pequeña anécdota, recuerda que tu tiempo vale, y esa es la razón por la que cobras tu examen, pero el tiempo del paciente también vale, y si ha destinado unas horas para poder visitarte, respétalo. Llega temprano a tus citas, dedícale el tiempo que cada paciente merece, recuerda que el tiempo es un recurso valioso que no puede recuperarse y si le haces perder el tiempo a tus pacientes, les estás robando parte de su vida.

Una de las características que los pacientes aprecian en un profesional sanitario, aunado a la preparación y experiencia, es la puntualidad. El respeto que puedas tener hacia el tiempo de los demás hablará mucho de ti como persona y como profesional.

"Valorar y respetar el tiempo determinan el éxito o el fracaso (Malcom X)".